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Buenos días a todos y todas.

Con el pecho  henchido de emoción hemos sido convocados a primeras horas de esta mañana en la explanada principal de nuestra institución para rendir de pie, con el alma y el corazón, un sentido homenaje a nuestra enseña tricolor. 

La Bandera Nacional completa junto al Himno y el Escudo Nacional la trilogía de nuestros símbolos patrios, y es la máxima expresión de nuestra libertad y soberanía. 

Precisamente ayer celebramos el Día de la Bandera, una fecha doblemente patriótica por coincidir con el 199 aniversario del natalicio del valiente padre fundador de la Patria, Matías Ramón Mella.

Mañana se cumplen 171 años de la Independencia Nacional, y fue el arrojo de Mella, al disparar su trabuco, con un estruendo que retumba en nuestra memoria, quien anunció al mundo la decisión de ser libre de toda potencia extranjera,  y fue izada nuestra Bandera, como señal de libertad. 

Esa fue la primera Bandera concebida por Juan Pablo Duarte, confeccionada por Concepción Bona y la aguerrida María Trinidad Sánchez. Sus colores, rojo, nos habla de la sangre que costó la lucha libertaria; azul, del progreso y la protección de Dios bajo estos cielos, y el blanco de la paz y la armonía en la convivencia. Al centro, el Escudo de armas. 

La Bandera debe ondear en todas las instituciones públicas, especialmente en planteles militares, oficinas gubernamentales, legislativas, judiciales y municipales. En los centros educativos se enseña a los alumnos a respetar su izamiento, a respetarla, a venerarla.

Que hermoso y patriota es que todos los ciudadanos y ciudadanas sin importar su estrato social ni nivel académico se detenga erguido ante el llamado de atención para elevar o arriar nuestro lienzo tricolor. 

Por eso hablo de reboce de emoción en el corazón cuando tributamos respeto a la Bandera, con su uso correcto. Cuando la mostramos con orgullo en nuestros hogares, como la lleva en banda cruzada en su pecho el presidente de la República ante la Asamblea Nacional reunida en el Congreso Nacional. 

Transmitamos a nuestros hijos e hijas, nietos y nietas, de generación en generación, el valor y el significado del símbolo que nos identifica en el mundo como nación independiente, pero sobre todo, que nunca olvidemos el costo para lograrlo,  y por  eso somos ardientes defensores del legado de Duarte, Sánchez y Mella. De todos los hombres y mujeres que se sacrificaron por nosotros. 

El tema de las compras públicas va asociado a la construcción de nación, a la constriñó ciño de democracia, a la gobernabilidad de nuestros pueblos. Porque el uso de fondos públicos para beneficio personal, para beneficio político, para la suma de fortunas, aleja al Estado y a los gobiernos de su único objetivo y razón de ser que es el uso del dinero de todos para organizar la sociedad y  para entregar las obras, bienes y servicios que necesitan las personas, sobre todo a quienes más lo necesitan. son muchos los funcionarios que han hecho fortuna trabajando en la administración y utilizan sus influencias para hacer riquezas en detrimento de la sociedad. 

En este gobierno del presidente Danilo Medina, se trabaja para romper el paradigma que se ha incrustado en la administración pública dominicana, que siempre ha dicho que «por qué cambiar si las cosas siempre han sido así». Pues tenemos que cambiar porque lo demanda la sociedad; tenemos que cambiar para que todos los que somos servidores públicos nos su tapamos orgullosos de serlo; para que impere la ley y no las influencias; para que el sistema político funcione para quienes no pueden hacer lobby. Pero en estos 30 meses se ha iniciado un cambio que la sociedad ya percibe. Porque como ha dicho el Presidente medina, este gobierno vino a transformar la sociedad, y con ello las compras públicas.

Este gobierno viene demostrando que Las compras públicas  pueden ser utilizada como instrumento de desarrollo y son el eje fundamental para que las políticas lleguen hasta quienes ahora han estado excluidos, Mipymes, mujeres, discapacitados. Hoy es un día para reafirmar un compromiso, y eso hacemos al tiempo de rendir honor a la bandera. ¡!!L Que la bandera convierta en nuestro referente al trabajar!!! Para que nunca se nos olvide para quien trabajamos.

Que viva el 27 de Febrero, mostremos la Bandera hoy, mañana y siempre, en nuestros carros, paredes, astas, pero sobre todo llevémolas en los corazones. 

ARRIBA LA BANDERA, QUE VIVA LA REPÚBLICA DOMINICANA.